Las abejas forman parte del mundo de los insectos y en particular de los de los “Himenópteros”. Pocas personas, incluso dentro de los amigos de la naturaleza son conscientes de la importancia de los “Himenópteros” para el hombre. De todos los insectos, son los que ocupan la primera plaza. Miles de especies de una importancia primordial para la naturaleza. Este es un mundo poco conocido, aunque no es así en el caso de los productos de las abejas, los productos de la colmena, la miel, el polen, la jalea real y el papel importante de las avispas y los abejorros en la vida del hombre.

Las abejas son insectos sociales con tres diferentes tipos de individuos o castas en la colonia:

  • Abeja obrera.
  • Abeja zángano.
  • Abeja reina.

Cada casta tiene su función especial y desarrollan un tipo de trabajo diferenciado en la colonia. La reina y las obreras son hembras y los zánganos son machos. Cada casta tiene un tiempo o ciclo de desarrollo diferente propio para cada especie y se cría en distintos tipos de celdas. El periodo de desarrollo de la abeja reina en el caso de Apis mellifera es de 16 días, las obreras 21 días y los zánganos 23 días. Las abejas comen jalea real para convertirse en reinas.

 

Alimentación
Tanto las obreras como la abeja reina se alimentan de jalea real durante los primeros tres días del estado larval. Luego las obreras cambian por una dieta de polen y néctar o miel diluida, mientras que aquellas larvas elegidas para ser abejas reinas continúan recibiendo jalea real. Esto causa que la larva se convierta en pupa más rápidamente además de aumentar su tamaño y desarrollarla sexualmente. Los criadores de reinas consideran que una buena nutrición durante el estado larvario es de crucial importancia para la calidad de las reinas criadas, siendo otros factores importantes una buena genética y un número suficiente de apareamientos. Durante los estados larval y pupal, varios parásitos pueden atacar la pupa o la larva y destruirla o mutarla.

 

Comunicación en las abejas
Las abejas tienen un sistema de comunicación propio, que denominamos danza de la abeja, durante muchos años investigadores trabajaron tratando de descifrar el lenguaje de estos insectos. Las diferentes especies tienen adaptaciones propias del lenguaje, pero son semejantes. En 1973 Karl R. von Frisch, Konrad Lorenz y Nikolaas Tinbergen ganaron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina luego de descifrar como a través del baile, movimientos vibratorios, las abejas indicaban la distancia y orientación con respecto al sol de la fuente de alimento.

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